Un tiempo para refrescarse
Cuando hemos estado trabajando diligentemente, puede resultar tentador simplemente seguir adelante, con la esperanza de superar obstáculos o simplemente mantener el impulso. Sin embargo, Dios no nos diseñó para trabajar sin parar. Una buena noche de sueño, un cambio de ritmo, guardar un sábado semanal, tiempos de soledad y silencio: Él nos invita a alejarnos para encontrar descanso y refrigerio en Él.