E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, vindicado en el Espíritu, contemplado por ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
1 Timoteo 3:16
Pablo cierra sus instrucciones diciendo que la iglesia es el sostén y la columna de la verdad, como leímos en los versos anteriores…
¿Qué verdad? El Evangelio. Lo que describe en lo que se piensa puede haber sido un himno de la iglesia.
Este es el misterio que se nos ha revelado. Jesús, el Hijo de Dios se hizo hombre por nosotros, nos mostró la gloria de Dios, nos permitió conocerle. Jesús es quién murió y, por el poder del Espíritu Santo, resucitó, mostrando su victoria sobre la muerte y el pecado. Los ángeles y el mundo entero han sido alcanzados por Su Vida. Él reina. Él intercede por nosotros. Él sigue salvando. Él vuelve.
Eso es el Evangelio. La verdad que nos guía y sostiene…
Nos predicamos el Evangelio a nosotros mismos cada día? Es Jesús el fundamento de nuestras vidas? Compartimos este misterio con otros?
Qué el Señor nos bendiga!!!
