Ama siempre
Paul da múltiples ejemplos de cómo se ve vivir un valor fundamental del amor. Los cuatro “siempre” del amor —siempre protege, siempre confía, siempre espera, siempre persevera— llevan a casa el punto de que ninguno de nosotros puede amar así con nuestras propias fuerzas. Pero, alabado sea Dios, el amor de Dios nos transforma y nos da poder. Somos ejemplos vivientes de que su amor cambia vidas. Deje que el amor de Dios se derrame en usted y se derrame a través de usted a los demás.
El amor es paciente, el amor es amable. No tiene envidia, no se jacta, no es orgulloso. No deshonra a otros, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en el mal, sino que se regocija con la verdad. Siempre protege, siempre confía, siempre espera, siempre persevera. – 1 Corintios 13: 4-7
Oración:
Dios, solo Tú puedes empoderarme para amar a los demás como tú me has amado a mí. Ayúdame a amar así, incluso cuando sea difícil, Señor. En el nombre de Jesús, oro, amén.