Cuando la multitud aplaude
Cuando Jesús entró en Jerusalén el Domingo de Ramos, fue recibido por personas que lo vieron como su héroe conquistador. Al final de la semana, las multitudes serían cómplices de Su crucifixión. ¿Cómo mantuvo Jesús su equilibrio y compostura en medio de índices de aprobación que cambiaban enormemente? Mantuvo sus ojos fijos en Dios, Aquel que lo había llamado, Aquel a quien vivía para agradar. Sabía que todas las cosas iban de acuerdo con el plan de Dios. ¿Dónde te está llamando Dios a seguir los pasos de Jesús, viviendo para Su aprobación, sin importar lo que digan o hagan las multitudes?
Las multitudes que iban delante de él y los que le seguían gritaban: “¡Hosanna al Hijo de David!” “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” “¡Hosanna en las alturas de los cielos!” – Mateo 21: 9
Oración: Señor, déjame vivir solo para Tus ojos, complaciéndote, sin dejarme llevar ni por la aprobación ni por la desaprobación de la multitud. En el nombre de Jesús, oro, amén.
Con permiso de Lead Like Jesus Ministries