Quejándose de la Gracia
Al igual que Jonás, recibimos con gratitud la gracia de Dios para nosotros mismos. Pero la prueba de nuestros corazones llega cuando Dios muestra gracia a las personas que han sido nuestros antagonistas. ¿Respondemos con el mismo gozo cuando otros reciben Su perdón y gracia? La compasión y el amor de Dios no conocen límites.